Review: "Prism" ¿Ha estado Katy Perry a la altura?


Tres años ha tardado la artista californiana Katy Perry en presentarnos su nuevo trabajo. Y no es para menos, su disco Teenage Dream ha sido de los más exprimidos de la industria musical en los últimos años. Hasta seis singles llegaron a salir de él (California Gurls, Teenage Dream, Fireworks, E.T., Last Friday Night y The one that got away a los que se le sumaron la fama de otras canciones como Peacock que nunca llegaron a ser single oficial). Nada más y nada menos que la mitad del disco, compuesto por doce canciones.

Después de tantos años de espera, Perry sorprendió con Prism, en el que anunciaba que dejaba de lado los sonidos y estética de su anterior trabajo para centrarse en otros con los que se siente más cómoda. 13 nuevos temas (16 si tenemos en cuenta los de la versión Deluxe) de una nueva Katy que tenía todos los ojos mirando en su dirección. Tras unos meses desde su lanzamiento, hacemos esta crítica porque, para ser sinceros, es un disco que ha costado digerir.

LO MEJOR
Perry no es tonta, o mejor dicho, su equipo no es tonto. Saben perfectamente qué falla en el disco y qué es lo que tiene potencial de triunfar. No es de extrañar que lo mejor del disco sean... los singles. Así, tal cual. 

Roar: el primer corte promocional del disco y la primera canción del tracklist. Están claras las intenciones. También es el tema más continuista de este nuevo trabajo, y quizás por eso ha sido elegido como primer single. No quieren que se nos atragante la nueva Katy. Total, un medio tiempo con un estribillo más que pegadizo en el que no vamos a parar de cantar y gritar la onomatopeya que da nombre a la canción. A eso se le suma un "videoclip Perry", léase como un clip con continuos gags de humor, buenrrollista y de los que sólo a la california gurl le queda bien lucir.

Walking on air: 90's are back, bitches. O eso es lo que nos quiere hacer pensar Katy Perry con este TEMAZO. Sí, en mayúsculas. El más movido, el que podría ser el gran hit del disco más allá de Roar, el que de verdad suena a nuevo estilo en Katy Perry, y sin embargo el único de todo el trabajo que suena así de bien. Y ni siquiera ha sido anunciado como single más allá de que el público lo escogiera como corte para el pre-lanzamiento de Prism en iTunes. Así sí, Katy.





Unconditionally: segundo single del disco que nos ocupa. Un tanto inesperado lanzar una balada como segundo single cuando éstas suelen quedarse como cortes finales. Ni tan mal. Hemos escuchado este tipo de canciones miles de veces pero se lo perdonamos porque a ella le sientan bien, no se lo vamos a negar. Además nos encontramos ante lo más escuchable del disco y nos ha dejado uno de los mejores videoclips del año pasado. Una pena que esté siendo un flop y no esté teniendo la repercusión que debe, estoy seguro de que si esto fuera una canción de Eurovisión más de uno haría palmas con las orejas.

Dark Horse: el ya anunciado como tercer single de Prism. Con la colaboración de Juicy J, un rapero que nadie conoce por estos lados y que para lo que hace en la canción se podía haber quedado en casa, Perry nos presenta una canción... extraña. Con un estribillo potente y fácil de recordar pero con unos puentes lentos y una base arrítmica que se nos pueden atragantar. Sólo nos queda esperar y ver qué hace Pitbull con esta canción para el lanzamiento del videoclip.

LO ESCUCHABLE
Sin llegar a ser temazos, hay temas que se dejan escuchar. Aunque claro, no os aseguramos que os acordéis de ellos al terminar los tres minutos de canción o que os gusten a la primera. Pero si le damos una oportunidad... se pueden convertir en nuestros guilty pleasures.

Legendary Lovers: nos encontramos ante la típica canción que al escuchar las tres primeras notas ya la estamos pasando. Porque sí, empieza fatal con unos acordes asiáticos que no le hacen ningún bien, algo que pronto se arregla y nos encontramos con un medio tiempo bueno y hasta inspirador. La canción tiene un rollito natural que le sienta muy bien y hace que enseguida se vuelva de nuestros favoritos del disco. No sería raro que esta canción perteneciera a una película como Pocahontas (o en caso de no gustarnos tanto, a alguna de sus secuelas).




Birthday: Mientras que en el disco de Selena Gomez tenemos una canción llamada exactamente igual y que no es muy allá (de hecho es de lo peor del disco), la de Katy Perry no tiene el honor de estar en el bottom de su trabajo. Con un estilo setentero-ochentero (cuando la escucho no puedo parar de imaginarme a la Perry vestida y rodeada de cosas color hueso/beige/dorado/como-queráis-llamarlo), nos presenta esta canción bastante escuchable y que gusta cuando la escuchas por lo alegre que es, aunque se olvida fácilmente. Es la canción que cuando sale en aleatorio dices "¡Anda, si tenía este temazo en el iPod!" y así hasta la próxima vez que vuelva a aparecer en el modo aleatorio.


This is how we do: un tema a medio camino del We can't stop de Miley Cyrus y el Do what you want de Lady Gaga. Con un estribillo bastante interesante, pegadizo, bailable y demasiado pop nos encontramos con una canción que podría haber sido mucho mejor. ¿Por qué? Porque la canción es muy de Perry, hasta que se corta con un discurso que no viene a cuento de nada para seguir con el estribillo para volver a ser cortada por la cantante diciendo que la canción no termina ahí y volver a continuar con el estribillo... Que alguien saque un remix quitando esas partes. Gracias.


International Smile: Otro tema de aleatorio de iPod. Lo primero de lo que nos damos cuenta de este tema es que el título es horrible y espanta a cualquiera. Mal, señores de marketing. Lo segundo es que es un tema que no aburre, sacado del relleno del disco, sí, pero bailable, muy optimista y hasta psicodélico. Solo tiene un fallo, de nuevo vuelven a cortar la canción con frases que no vienen a cuento de nada y ese trozo de canción que parece cantado por un theremín más que por Perry

LO QUE ABURRE
El resto del disco Luego están los temas que por una o por otra han quedado totalmente de relleno, que con potencial no se han sabido aprovechar. Los analizamos por analizar, pero sabemos que no los vais a escuchar.

Ghost: otro medio tiempo SÍ. Pero esta vez con uno de los ¿coros? más horribles en un estribillo habidos y por haber en el disco. Es la típica canción que aparece de fondo en un drama adolescente de TheCW. Escuchable pero MUY olvidable. Eso si aguantamos hasta la parte fuerte del tema, porque es posible que a los treinta segundo la hayamos pasado.

Love me: No, Katy, a estas alturas del disco y que metas este petardo no hace que te quiera. OTRO medio tiempo (sí, el disco está lleno de ellos, de hecho solo hay de esto o baladas) planísimo hasta el puente final y que todos sabemos que nunca será single. Meh.


LO QUE PARECE UNA TORTURA
¿Sabéis esas canciones que os desesperan tanto que empezáis a dar saltitos con el reproductor? Pues Perry tiene unas cuantas de esas en este disco.

This Moment: ay, ese inicio electrónico parece que nos lo va a dar todo pero se queda en absolutamente nada. OTRO MALDITO MEDIO TIEMPO. Tarda un poco en empezar y Perry se marca este tema totalmente de relleno, insulso, aburrido y del que no te acuerdas en cuanto pasas de canción. 

Double Rainbow: Con ese título a un servidor le recuerda al Mario Kart. Y así sigue siendo así después de escuchar del tema porque... ¿alguna vez lo he escuchado? No sabría decirlo. Mi mente ha querido olvidarlo. Sé que es una balada. Que oye, está muy bien producida y seguramente en directo gane y todo, pero así, en el disco como que me empalaga demasiado. 

By the grace of God: Toma final de disco totalmente criminal y aburrido. Como si supieran que la gente se iba a ir dejando el disco a mitad y nunca llegarían a escuchar este tema. Cuatro minutos y medio (¿en serio?) de un tema a piano creado para que Perry se luzca con su voz. Una pena que cerremos los ojos al minuto y nunca sepamos si de verdad llega a lucirse.

AÚN HAY MÁS
Pequeños apuntes de las tres canciones de la versión Deluxe:

Spiritual: el principio parece sacado de las cortinillas de La 2. Es un tema que nunca llega a arrancar y muy parecido al algunos que ya hemos escuchado antes en el disco. Un poco de sensación de deja-vu.
It takes two: muy lenta en su inicio pero decente durante toda la canción. Eso sí, parece hecha para ser cantada por Rachel Berry en un capítulo de Glee. Puede tener su encanto.
Choose your battle: otro tema de cuatro minutos y medio. Estos no le sientan bien a Perry. Una canción MUY lenta en la que ni el estribillo es fuerte ni memorable además de tener unos cambios MUY raros en la base, como si hubieran unido trozos de otras que les sobraban. El final se salva, cuando la canción consigue por fin fuerza, pero ya es demasiado tarde, el oyente ya ha huido hace rato. Una balada muy de Woodkid pero sin llegar a la excelencia del cantante francés.

VEREDICTO
No, Katy Perry no ha sabido estar a la altura. Quizás ella se sienta más cómoda con lo que seguro es un trabajo más maduro. Pero nunca hay que confundir madurez con aburrimiento. Y a Perry le ha pasado. Y lo demuestra durante DEMASIADAS canciones. A mitad de disco, uno ya está extasiado de escuchar siempre el mismo sonido canción tras otra. Una constante deja-vu que nos hace no saber nunca que canción estamos escuchando. Un disco que, sin ser malo, si que se queda en una medianía sin potencial. Katy, empieza a trabajar en otro disco porque éste no te da para seis singles.




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