10 canciones para escuchar cuando estamos tontorrones

Para días en los que sufrimos como Geno Cheryl

Todos tenemos esos días en los que dedicamos buena parte de nuestro tiempo a sentir pena por nosotros mismos, ya sea con motivos o sin ellos. Es un hecho, podríamos levantarnos y hacer mil cosas para sacarnos la tontería de encima, pero no, preferimos tirarnos en el sofá y rodearnos de elementos cliché como helado y/o pizza, una manta, "Love Actually", un chandal, un gato, un móvil con Whatsapp para poder acusar a alguien de ignorar nuestro drama y Divinity en pleno maratón de Anatomía de Grey.

Cuando todo esto falla, o cuando el maratón de Divinity termina antes de lo pensado, recurrimos a Adele. Pero ya está bien, señores, de tanto "Someone Like You". He aquí una lista con diez temas para que nos acompañen en esos momentos de tontería, sí, pero sin hacer que nos queramos tirar por la ventana.

Wrecking Ball, de Miley Cyrus. Recapitulemos: La has cagado, no hay vuelta de hoja y necesitas castigarte un rato por ello. Miley te entiende y por ello te ofrece esta canción en la que te compara una y otra vez con una bola de demolición. Aquí no hay medias tintas, es flagelación emocional pura y dura. La cagaste y punto. Bonus tortura points si ves el vídeo.

Dancing On My Own, de Robyn. Pongámonos en situación: estás en un pub o en un bar, algo intoxicado/a, y empieza a sonar este tema de Robyn. Momento crucial, ya que te puede dar el bajón si te paras a pensar en la letra - al fin y al cabo es un poco melancólica - o te puede dar una alegría que ni a Lena Dunham en "Girls". Nosotros apostamos por ella como canción para subir el ánimo.

Winter Winds, de Mumford and Sons. Es para esos días en los que te apetecería vivir en una cabaña en el bosque o ir a dar paseos por el lago, todo muy español y probable. Es una canción algo triste pero al mismo tiempo la música tiene algo que hace que no queramos tirarnos al hipotético lago de cabeza, por lo que la consideramos crucial.

Landslide, de Fleetwood Mac. Siguiendo con la temática estacional, digamos que Landslide es una canción para escuchar en un sillón vintage al lado de nuestra chimenea en nuestra inexistente cabaña en el bosque, mientras vemos caer la nieve en las montañas a lo lejos. Nos debatimos entre seguir con el que a todas luces es el amor de nuestra vida o dejarlo, aunque eso implique tener que seguir trabajando con él durante 30 años en una banda de rock multimillonaria. Decisiones, decisiones.

All Eyes On You, de St. Lucia. Cambiamos bosque y lago por playa - en su defecto, paseo fluvial - y ropa de entretiempo. Es la canción perfecta para la morriña que nos embarga a finales de verano, la de los atardeceres de septiembre cuando reflexionamos un año más sobre lo que estamos haciendo con nuestras vidas.

Miro La Vida Pasar, de Fangoria. Quizá estemos haciendo la carrera equivocada, o tengamos un trabajo que no nos gusta. Ninguno de los coaches de "La Voz" se giró por nosotros, y nos tenemos que volver a casa. De cualquiera de las maneras, esta tema de los enormes Fangoria no nos ayuda a salir del pozo, nos hunde más. Por eso ha de consumirse en dosis pequeñas.

La discografía de Lana Del Rey, de Lana Del Rey. Si Adele es la reina del llanto, Lana Del Rey es la reina del hastío generalizado. Ella nos encanta, pero que vive asqueada con el mundo es un hecho, hasta cuando canta sobre cosas bonitas. Con ella al menos vemos nuestras penas a través de un filtro de Instagram, que como muchos fotógrafos amateur saben, hace que todo parezca mas cool.

Ni un segundo, de Malú. Que Malú es la reina del drama no lo decimos nosotros, es que lo es. Nos gusta "Ni un segundo" porque como siempre, está cabreada, y saca a relucir todo su arsenal de frases que luego usa como estado de Facebook para que sus amigas le pregunten qué le pasa. Pero al menos las cosas las ha hecho bien, ella lo sabe, nosotros lo sabemos, y ella sabe que lo sabemos.

Midnight City, de M83. Es una canción muy indecisa, de "jo, igual estoy depre como estoy contento y tanto me tiro a la cama con los cascos puestos como me voy de fiesta". No es machacona, por tanto no nos chirría cuando estamos tontitos, pero al mismo tiempo nos anima considerablemente. Es necesaria en toda persona que camine escuchando su iPod en otoño.

Viva Forever, de las Spice Girls. La canción estrella de la lista sin duda, porque combina varios elementos. Por un lado, la letra es triste, la música también lo es, y lo más importante, nos trae de vuelta a nuestra infancia/adolescencia, y a la década de los 90, que a todas luces fue mejor que la de los 2000. Además de cagarnos en la madre que parió a Geri por abandonar el grupo, probablemente soltemos alguna que otra lagrimilla antes de quitarla y poner "Wannabe", a partir de la cual se habrá terminado nuestro momento tontorrón. Y voilà, las Spice Girls habrán mejorado significativamente nuestro día.