Dover came to me: recordatorio de un clásico

Dover fueron los encargados de poner el broche final a la tradicional Batalla Naval de A Coruña. Tras Melocos y Despistaos, toda la atención estaba puesta en la banda madrileña, que vivió sus años dulces a finales de los 90 y principios de los 2000, cuando todavía se dedicaban al rock. Cuando en 2005 se produjo su reconversión al pop electrónico –pop malo, además, nos atrevemos a decir -, perdieron el fiel público que los había llevado a lo más alto. Ese fue el principio de su fin.

Pero Dover parece haber aprendido la lección. Durante el año 2013, viajaron por España haciendo conciertos en una gira aniversario de su segundo – y mejor - álbum, “Devil Came To Me”,  y volvieron a llenar recintos.  La de la Batalla Naval se convertía en la segunda visita a A Coruña, ya que habían venido un par de meses atrás a la sala Le Club, pero para el concierto en Riazor no estaba claro el set-list. Si algo temía el público en esa noche era que de pronto sorprendiesen con un sintetizador y que (horror) Cristina Llanos se pusiese a bailar, pero eso no sucedió.

Cuando el concierto empezó, con algo más de media hora de retraso, muchos respiraron de alivio al ver que uno tras otro se sucedían los temas rockeros de su repertorio, tanto de “Devil Came To Me”, “Late at Night” e incluso alguno de su primer álbum, “Sister”, que vendió, como recordó Amparo a los asistentes, solamente 700 copias.

El público, entregado. Ellos, sorprendidos de la cantidad de gente congregada para verlos y contentos por la acogida que siguen teniendo sus temas de antaño. No faltó ni “Serenade”, ni “Loli Jackson”, ni “King George”: todos estuvieron presentes para recordar la era dulce de Dover. Y ellos, aunque sin la fuerza de antaño, demostraron que si quieren pueden seguir haciendo saltar a la gente.

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