Detrás de Tim Burton se esconde otro genio


Cuando Tim Burton encuentra a un colaborador de primera fila, lo agarra para no volver a soltarlo. Así sucede con su mujer, Helena Bonham Carter, o siendo esta una relación más famosa y enfermiza con el polifacético Johnny Depp. Pero es otra profesional, Colleen Atwood (ganadora de tres premios Oscar), la que consigue en gran parte que todas sus películas tengan una estética similar y excéntrica, marca de la casa.

Colleen, que comenzó su carrera en el cine como ayudante de Patrizia Von Brandestein (Oscar al mejor diseño de producción por Amadeus), llamó la atención de Tim Burton por el vestuario de Joe contra el volcán, y fue la escogida para diseñar el icónico aspecto de Eduardo Manostijeras. Tanto su vestuario como la actuación de Johnny Depp ayudaron a definir a un personaje tan carismático que sentó las bases para un estilo y una estética que Burton perseguiría el resto de su carrera cinematográfica. 


Colleen se inspiró en innumerables estilos, personajes y épocas para diseñar la indumentaria gótica y extravagante del protagonista; desde los corsés victorianos del siglo XIX, hasta los accesorios del rey del pop, Michael Jackson, pasando por el aspecto gótico de Robert Smith, vocalista de The Cure, y que Burton abraza como estética primordial de sus películas: metáforas de monstruosidad como estilo personal. 

Según los entendidos, independientemente del género y la época, lo habitual es que en las producciones audiovisuales se diseñe un vestuario “invisible”, tan unido a la narración que simplemente sirva para recrear el marco de la historia: el vestuario está al servicio de la película. Las creaciones de Atwood, en cambio, nunca “desaparecen”; mientras permanecen en consonancia con la estética de un film de Burton, siempre llaman la atención por sí mismas y acaban siendo, en buena parte, la razón de su éxito. De hecho, a pesar de que no todas las películas de Burton reciben buenas críticas, el trabajo de Colleen siempre es reconocido y admirado. Un ejemplo es El planeta de los simios (2001) que, a pesar de haber sido un fracaso reconocido por el mismo Burton, recibió una nominación BAFTA por su diseño de vestuario. 


El cine de Burton se describe, en muchas ocasiones, como expresionista, y el director emplea el diseño de vestuario como herramienta para lograr esa estética expresionista, para mostrar el interior de los personajes a través de una representación externa. En películas como Alicia en el país de las Maravillas, el vestuario está claramente ligado al desarrollo emocional de los personajes. Alicia evoluciona junto a su indumentaria: entra en la madriguera con un infantil vestido azul de organza; sale, liberada de toda inocencia, con la melena suelta y los hombros descubiertos, y termina (como una Alicia madura y segura de sí misma) dentro de una armadura.

Un ejemplo de la colaboración entre Burton (boceto de la izquierda) y Atwood (boceto de la derecha).
Una interesante muestra de vestuario de la película es la de Johnny Depp, que interpreta al Sombrerero Loco. La intención de Atwood era que el actor tuviera el aspecto de un sombrerero de la época eduardiana, pero al atuendo clásico le añadió los detalles que realmente le otorgan un carácter especial al personaje: basándose en el envenenamiento por mercurio que sufrían los sombrereros en el siglo XIX (empleaban el metal para limpiar el fieltro), y su consiguiente estado de alteración psíquica, decidió que los cambios de humor del Sombrerero Loco se verían reflejados en el color de su abrigo. Colleen se llevó el Oscar (el único de su colaboración con Burton), y fue bien merecido. 


A pesar de que Burton y Atwood decidieron dar un aspecto “de época” al vestuario de Sweeney Todd y Sleepy Hollow, ambientadas en los siglos XIX y XVIII respectivamente, lo cierto es que no estaban tan interesados en la verosimilitud como en el expresionismo propio de su estética. Ambas películas están repletas de anacronismos, pero conservan el aspecto propio de un film de Tim Burton: Johnny Depp viste una indumentaria similar en ambas películas, que recuerdan a la estética gótica de Eduardo Manostijeras.

Johnny Depp en Sweeney Todd  (izquierda) y durante el rodaje de Sleepy Hollow, junto al director.
Diseño de vestuario para Sleepy Hollow.
El trabajo de Atwood es esencial en las películas de Tim Burton porque comprende el uso del vestuario que el director necesita para crear su universo cinematográfico: el protagonista es un ser extraño y único, incómodo en el mundo que lo rodea, y expresa esta disconformidad por medio de su vestuario, tan característico y alienante que es una herramienta narrativa en sí misma.  El uso de un vestuario llamativo y tan importante que está, en varias ocasiones, al mismo nivel o por encima del argumento, apoya la importancia que Burton otorga a la estética: sus películas priorizan el aspecto visual, a veces en detrimento del narrativo, pero es una realidad tan propia del autor como tener a Johnny Depp en plantilla. 

Colleen Atwood junto a una muestra del vestuario diseñado para Blancanieves y la leyenda del cazador
Por Amartrey

0 comentarios: