Review: "Four" de One Direction, madurez repentina.


Four continúa el camino que ya inició su anterior trabajo, Midnight Memories, y parece que One Direction se convierte lentamente en el Take That de 2006. El sonido chicle de sus primeros trabajos ha desaparecido prácticamente y ahora dominan las guitarras moody, la melancolía y las baladas, lo que se suele calificar como madurez a nivel musical. Parece absurdo si recordamos que la edad máxima en One Direction son 22 años, pero asemeja ser la dirección, valga la redundancia, que han emprendido. Por eso quizá la nueva actitud que lleva el grupo, de jersey de cuello vuelto y mirada ausente, aparente forzada: era antes de ayer cuando brincaban y sonreían como si fuesen Parchís. Aun así cuatro años son una eternidad para una banda pop, sobre todo para un fenómeno de masas como este. Las Spice Girls y S Club 7, por ejemplo, no llegaron a cumplirlos antes de separaciones y abandonos. 

Aunque los rumores de separación de One Direction sean ahora más fuertes que nunca, está claro que al menos en el plano musical, la gallina de los huevos de oro de Simon Cowell sigue funcionando adecuadamente. Four es un disco completo, coherente y que peca de monótono a veces, pero que no renuncia a las melodías pegadizas ni al fanatismo de sus seguidoras. Prácticamente la mitad del disco podría ser single: Steal My Girl, Ready To Run, Night Changes y Fireproof ya lo han sido o al menos han sido usadas como gancho pre lanzamiento. Son los mejores temas junto a Spaces e Illusion: el primero es una balada clásica de boy band y el segundo se acerca lo suficiente al mejor McFly pero sin dejar de ser One Direction.

 Esta línea McBusted la siguen también con Girl Almighty, No Control y Stockholm Syndrome y Change Your Ticket, representando también el lado divertido del grupo, que sigue existiendo pero de una forma más pícara que cómica. En este sentido siguen la línea de temas anteriores como Diana y Happily. A estas se añaden Fool's Gold y Once In A Lifetime, dos baladas sencillas pero resultonas que redondean el album, aportándole variedad melódica. 

En definitiva, Four supone un paso al frente de la banda más mediática de los últimos años, que evoluciona con respecto a su anterior trabajo, logrando encontrar finalmente su sonido, una amalgama de guitarras eléctricas, baterías sintéticas, estribillos que se corean solos y una producción más que aceptable.





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