Review: La Lego Película, todo encaja.

Seamos sinceros, nadie se esperaba nada de este invento que se sacó de la manga Warner Bros. Aún menos cuando otros juguetes que han sido adaptados a la gran pantalla han resultado ser un desastre cinematográficamente hablando (desde la insulsa Battleship, basada en Hundir la Flota, hasta ese esperpento sin pies ni cabeza que es la película de las Bratz). Dirigida por Chris Miller y Phil Lord (ambos siempre en tándem para dirigir Lluvia de Albóndigas e Infiltrados en clase) nos encontramos con una de las películas animadas más estimulantes y visualmente impactantes de los últimos años.

Eso no es difícil, 2013 fue un año mediocre para este género cinematográfico, siendo Frozen lo único destacable. La Lego Película se presenta como una alternativa de calidad al cuento de hadas. Podría compararlas pero son tan distintas y se dirigen a públicos tan diferentes que no tendría sentido discutir cuál es más redonda.

Pieza a pieza

Seamos sinceros, esta película NO es para todos los públicos. Para comprender el nivel de humor de La Lego Película son necesarias varias capacidades en el espectador. En primer lugar, que comprenda lo absurdo. La película juega con un humor cercano al que podemos ver en series como Padre de Familia (con un tono muchísimo más blanco) u Hora de Aventuras (con un tono más ridículo). En segundo lugar, el espectador debe tener una capacidad de abstracción potente. Debe ser capaz de meterse en el mundo de Lego cuando es necesario y salirse de él para comprender las referencias al mundo de las piezas de juguete. Y en tercer lugar, debe tener un bagaje cultural importante, muchos de los gags se basan en menciones y cameos que pierden toda la gracia si no se tiene idea de lo que están hablando.

Porque sí, La Lego Película es una película de gags. Uno tras otro tras otro. Pero todos siguiendo una línea de guión, un tanto simple, pero que funciona desde el primer momento. Es posible que en los diez primeros minutos nos planteemos en qué nos hemos gastado el dinero, pero pieza a pieza se va formando una estructura divertida a la par que sólida.

Estaremos pendientes toda la película no sólo de Emmet y SuperCool, los protagonistas, sino de cada nuevo cameo y personaje que aparezca. Todas las licencias de Lego tienen cabida en esta película y más allá de Batman podemos encontrarnos otros superhéroes de DC, a Gandalf y Dumbledore y hasta a Abraham Lincoln. Todo para llegar a un punto álgido en el que la película... deja de ser de Lego. Y hasta ahí podemos decir sin nombrar grandes spoilers. 

Sí aún así no parece encandilarnos, siempre podemos disfrutar del enorme espectáculo visual que supone. No estamos ante una película grabada con la técnica stop-motion, sino que está creada enteramente por ordenador y sin embargo, no lo parece. Porque los personaje se mueven como Legos; el fuego, el humo, los lasers o el mar están recreados con estas piezas al igual que las armas y vehículos que usan los protagonistas y que no paran de reconstruir para adaptarlos a sus necesidades. Un espectáculo colorido, enormemente visual, que entra por los ojos y que nos deja fascinados desde el primer minuto de película hasta acabar con los créditos igualmente entretenidos y bonitos.

Es necesario desmontar

Obviamente la película también tiene sus cosas un poquito peores. El tema del elegido está más que visto, aún más en las películas de animación, y aunque en este caso se lleve de una forma diferente, el resultado del film acaba siendo el mismo que en muchos otros. Por otra parte no podemos dejar de sentir que los cameos, aunque en su mayoría graciosos, están un tanto desaprovechados. Al igual que en Rompe Ralph, éstos se quedan muchas veces en simples apariciones. De la misma forma nos quedamos con las ganas de ver muchos más mundos de Lego, que son nombrados de pasada y que podrían dar mucho más juego que alguno de los que aparece en pantalla. 

Conclusión

No estamos ante una película para todos los públicos, pero eso no es malo. Si vas con amigos seguramente acaben diciéndote que la próxima vez eligen ellos la película, pero oye, tú disfrutarás como nunca de una aventura única, arriesgada, inteligente, preciosista, cuidada hasta el detalle (los animadores deben haberse vuelto locos), y que rompe una lanza a favor de la libertad y la creatividad que tanto hoy en día echamos en falta, no solo en el cine, sino en la vida en general.