Una de las mayores tendencias que se han dado en la televisión actual es la difuminar las barreras entre lo que es una serie adulta y una serie infantil. En la actualidad tenemos series de animación de corte adulto, pero últimamente son las series infantiles las que tienen un doble lectura, permitiendo a nuestro niño interior disfrutarlas igual o más que el verdadero público al que van dirigidas. Es Cartoon Network quien lleva haciéndolo desde hace décadas, y hoy en día continúa con Hora de Aventuras, la aclamada serie de dibujos un tanto de fumados absurda. O Disney Channel con Phineas & Ferb en la que incluyen referencias incluso del cine de Kubrik, por no olvidar a Bob Esponja en Nickelodeon. Hoy os presentamos otras tres series que son menos infantiles de lo que pensábamos:
1. Gravity Falls
La herencia de Phineas & Ferb en Disney Channel. Creada por Alex Hirsch, que ya lo intentó en el mismo canal con otra serie del mismo estilo, Pecezuelos (de la que también recomiendo encarecidamente su visionado), Gravity Falls nos presenta a Dipper y Mabel, que durante un verano son enviados con su tío a vivir al pueblo que da nombre a la serie y que está plagado de misterios.
Nos encontramos ante una serie que no trata a los espectadores de idiotas, con una línea principal simple pero efectiva y con diversas líneas secundarias que hacen de la doble lectura de los episodios una delicia. Una serie inteligente, un tanto surrealista (aunque no al nivel de las de Cartoon Network) que toca una vena nostálgica a pesar de su aparente inmadurez. Un proyecto mucho más redondo de lo que podríamos esperar de una serie de Disney Channel.
2. Historias Corrientes (Regular Show)
Para muchos nos encontramos ante el hermano feo de la sobrevalorada Hora de Aventuras. Creada por J.G. Quintel (novato que ha aprendido del mundillo trabajando como dibujante en Phineas&Ferb, Star Wars: The Clone Wars o Horton) la serie nos presenta a Mordecay y Rigby (un pájaro y un mapache, respectivamente) que con 23 años trabajan en un parque y como sus vidas siempre devienen en situaciones la mar de surrealistas. Nos encontramos ante una serie en la que el jefe de los protagonistas es una máquina de chicles o existe el Yeti. Lo que sorprende es el tono adulto de la serie, pudiendo encontrar referencias sexuales (escondidas eso sí) y un humor un tanto negro. De ahí las comparaciones con su hermana de canal.
Nos encontramos ante la elección más adulta de este artículo. La psicodelia y mucho, muchísimo surrealismo es lo que nos espera al ver esta serie. Más que graciosa, la encontraremos agradablemente rara. Un tono diferente, inteligente y hasta refrescante en el mundo de la animación.
3. Barbie: Life in the dreamhouse
Sí, una serie de Barbie tiene cabida en este artículo. A diferencia de las horrorosas películas que la famosa muñeca suele protagonizar, esta serie SÍ tiene calidad. En primer lugar, porque Barbie es una muñeca, por tanto no la intenta humanizar ni a ella ni a sus amigos. Todo transcurre en un mundo de plástico. En segundo lugar, porque los capítulos apenas duran 3 minutos, lo que hace realmente refrescante, rápida de ver y lo que permite concentrar los gags. En tercer lugar, porque todo ello permite que el guión sea inteligente, y donde los niños solo ven a Barbie, los adultos podemos ver cómo se rompe continuamente la cuarta pared e incluso se adopta el formato reality al agregar un confesionario ante cámara.
Aunque al principio nos pueda echar para atrás y aunque unos capítulos estén más inspirados que otros, es la serie de Barbie perfecta, recuerda vagamente a las aventuras televisivas de otros juguetes como Lego en los que también se juega con la realidad que vive con el espectador, en vez de transportar el juguete a una realidad donde no es un juguete.
0 comentarios: