Review: Awkward deja buen sabor de boca y nos vuelve a engatusar en su tercera temporada


Son ya tres años los que llevamos disfrutando de las (des)aventuras de la chica invisible (como la titularon en España), Jenna Hamilton. Tras una primera temporada enorme en la que Jenna y Matty comenzaban una relación a escondidas y que sobresalió por la cantidad y calidad de personajes secundarios, nos encontramos ante una segunda temporada que resultó ser un dejavu deslavado de la primera tanda de episodios, dejando a los secundarios de lado y centrándose en un personaje que no daba más de si.

Los guionistas y la hasta ahora showrunner, Lauren Iungerich, parecieron darse cuenta de ello y decidieron añadir en la tercera temporada a un tercer personaje al triangulo romántico de Jenna. Esta temporada ha tenido unos inusuales 20 episodios, divididos en dos partes, una emitida antes del verano y otra después. Este nuevo personaje interpretado por el guapérrimo de Nolan Funk fue introducido en la primera parte de esta tercera temporada, pero no hizo evolucionar la serie. Estábamos ante un tercer dejavu, la trama seguía siendo la misma cambiando al protagonista masculino.

Nolan Funk como Collin, el nuevo y misterioso amor de Jenna

Sin embargo, y tras la bajada considerable de audiencia, la serie nos ha vuelto a dar lo que siempre hemos buscado en Awkward en esta segunda parte de la tercera temporada. Por fin Jenna deja de ser la mosquita muerta y su personaje evoluciona. Se vuelve egoísta, maleducada e incluso hace que empecemos a odiarla por su irracionalidad. Eso podría ser un punto negativo para la serie, pero no lo es. 

A través de eso es cuando los guionistas han sido capaces de crear situaciones hilarantes aprovechando al máximo al personaje de Funk y a todos los secundarios, incluyendo una Tamara (la BFF con la lengua más rápida del oeste) y una Sadie (la gran antagonista con lengua viperina) que se desparraman conforme avanzan los capítulos. A las que hay que añadir a Val (la consejera escolar a la que nunca deberíamos hacer caso) y la madre de Jenna (esa madre-amiga que todos tememos tener).

El cast al completo

Así, nos encontramos situaciones tan dispares como la grabación de una TV Movie para encarrilar a Jenna, la nueva clase de escritura creativa con el profesor más borde de la historia, rumores y más rumores que querrán destruir la poca imagen pública que le queda a la protagonista, y de nuevo muchos líos amorosos típicos de la edad adolescente. Pero esta vez, sin sensación de ya haberlo visto todo.

De esta forma, vemos como todos los personajes que parecían estar en stand-by han conseguido llegar a ser mucho más. Hasta en la propia serie se hace referencia a la old-Jenna y la new-Jenna, lo que hace darnos cuenta del gran cambio. Y la serie consigue encontrar su tono no sólo mostrando a una Jenna confusa amorosamente, sino confusa al perder a sus amigos, un tema que hasta ahora se había tocado levemente o resuelto en un par de episodios.

El cambio llega a la vida de Jenna

Podemos decir que esta segunda parte de episodios ha estado encaminada a esa gran season finale donde todo encaja. Jenna encaja consigo misma, sabe quién es y qué quiere, además de aprender que la vida no siempre es como se quiere que sea. Nos deja así, dentro de toda la comicidad, con algunas escenas que, personalmente me han hecho soltar una lagrimita, mostrando la versatilidad de la serie y sobre todo de sus protagonistas.

Ya sólo nos queda esperar a la cuarta temporada de esta serie protagonizada por una cada vez más interesante Ashley Rickards, Beau Mirchoff, Jillian Rose Reed, Brett Davern y Molly Tarlov, aunque esta vez sin su showrunner habitual, que será sustituida por Chris Alberghini y Mike Chessler (90210, noTORIous). Y yo que la veré encantado. De hecho, no sé que hacéis que no os estáis poniendo al día con Awkward.

Por Jorge PM






2 comentarios:

  1. Lo sentiré sobretodo por los canales de cine y mtv, es vergonzoso que desaparezcan estos y se mantengan algunos bodrios que habéis mencionado (Tarot y demás...)

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  2. Lloraremos el final de la MTV más que la muerte de Chanquete.

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